sábado, 25 de diciembre de 2010

Entregaremos agua con niveles de arsénico 0,01 MG para los hogares más humildes


Por: José Luis Mutti para www.informajunin.com

Ante la indiferencia del gobierno municipal, con el apoyo de alguien que demostró sentido común e interés por la población más humilde, comenzamos a realizar las tareas necesarias, con mano de obra y tecnología juninense para poder tener agua potable en la ciudad de manera sencilla y a un costo irrisorio, algo que ninguna gestión radical, desde el retorno de la democracia hasta ahora, intentó hacerlo, pese a que en 1999 les propuse el proyecto.

No se porqué nunca, de las dos gestiones de gobierno radicales, la de Abel Miguel y la actual de Mario Meoni, intentaron poner en práctica el modelo de extracción de arsénico del agua pese a que es un método sencillo y económico, además de haber sido probado con eficiencia puesto que entrega agua potable con niveles del 0,01 MG (miligramo) por litro, por debajo de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud que es de 0,05 MG por litro

Desde 1994, a partir de una charla que tuve con dos médicos en el ex Policlínico Ferroviario, en la que me comentaron que por la alta tasa de cáncer que veían, deducían que podía tener orígen en el hidroarsenisismo. La curiosidad que esto me provocó, me llevó a investigar e imaginar formas para poder solucionar el problema.

En septiembre del 99 hicimos una prueba en el laboratorio de bromatología de la Municipalidad de Junín el resultado fue que luego de filtrar durante toda la mañana, con un contenido de arsénico en el agua de la red municipal de 0.10 MG (miligramo) por litro, a la salida del filtro no detectaba presencia de arsénico. Recuerdo que el ing. Abel Miguel, por entonces intendente, pocos días antes de la prueba decía que no se podía sacar por métodos sencillos el arsénico del agua, empezó a decir que el arsénico que contenía el agua potable de la ciudad era inofensivo y que estaba dentro de los parámetros que exigía un decreto del año 74 que permitía un contenido de 0.10 MG por litro. Pero la ley nacional que rige la calidad que debe tener el agua potable dice que el máximo permitido es de 0.05 MG por litro, mientras que en rigor científico la organización mundial de la salud dice que nunca se debe superar los 0.01 mg por litro, es decir diez veces menos que lo que normalmente hay en Junín.

En este punto se ve claramente la poca preocupación que tenía el intendente respecto a la salud de la población. Hay varios métodos para sacar el arsénico del agua, los más conocidos son la ósmosis inversa, resinas aniónicas y por absorción. La ósmosis inversa es inviable por su alto costo, consume una enorme cantidad de energía y se desperdicia la mitad del agua que extrae la bomba, además no es apta para el consumo humano si antes no se la mineraliza, las de resinas aniónicas necesita una constante regeneración con químicos, y también necesita ser mineralizada parcialmente.

Por lo tanto, el mejor método es el de absorción que no requiere energía y el agua queda con todos los minerales que debe tener el agua potable y solamente es removido el arsénico. El punto es que, por la característica de la red de agua de Junín, no se puede hacer una planta de tratamientos que abastezca a toda la ciudad y es necesario tratar el agua a la salida de cada una de las bombas que abastecen a la red.

El proyecto que puse a disposición del municipio contempla esta característica, cuando la administración radical del municipio cambió nombre, Mario Meoni, el actual intendente, que había utilizado el hidroarsenisismo como elemento de campaña, también negó toda posibilidad de desarrollar el proyecto que les propongo y que está probado que funciona para sacar el arsénico del agua y ensayó otras estrategias que no dan los resultados necesario y no son sustentables en el tiempo, dado que las nuevas perforaciones que se han hecho son de bajo caudal y toman el agua de la napa freática aumentando el riesgo de sacarla contaminada y con nitratos que son también perjudiciales para la salud.

El sistema que propongo funciona, no tiene costo empresarial, es de muy bajo importe y lo podemos realizar totalmente en Junín. Por eso me cuesta entender por qué la negativa sistemática de las dos administraciones radicales que estuvieron en Junín a partir de la recuperación de la democracia para empezar a desarrollar este proyecto, perdieron mucho tiempo y condenaron a muchas personas a sufrir alguna patología como consecuencia del arsénico en el agua.
Tal vez sea un macartismo inherente a su condición dado que he militado en el partido comunista desde los años 70.

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